Se tiende a creer que una empresa en venta, principalmente del sector de las Pymes, siempre tiene dificultades financieras. Con alguna frecuencia, los compradores o inversionistas interesados, comienzan por preguntar: ¿Si la empresa es tan buena y rentable, porque venderla?
Es cierto que una de las causas es la dificultad financiera, sobre todo cuando el mundo vivió un problema tan grave como la pandemia del 2020, donde las empresas fueron afectadas considerablemente y muchas no lograron sobrevivir. Adicional a esta, existen otras causas como el emprendimiento de otros proyectos, viajes, motivaciones familiares y la más frecuente: Falta de relevo generacional.
Sucede con mucha frecuencia, que empresas familiares en las cuales sus socios fundadores se encuentran ya en edad de retiro, no encuentran en sus hijos ningún interés de trabajar en la empresa porque tienen otros intereses o prioridades o incluso son empresas creadas por parejas sin hijos. Estas empresas, que durante 20, 25 o 30 años se han dedicado a fabricar productos y ofrecer servicios a un mercado, que conocen perfectamente las necesidades de sus clientes, que logran competir en mercados difíciles, que cuentan con personal capacitado, con maquinaria y equipos de alta tecnología, con procesos estandarizados y eficientes, son muy atractivas para diferentes tipos de interesados en la compraventa de empresas, ya sea para empresas del sector crecer inorgánicamente, para inversionistas mejorar rendimientos de su capital o para personas naturales encontrar en ellas una posibilidad de autoempleo.
Así pues, nuestros honorables empresarios, dignos de toda nuestro reconocimiento y admiración, tienen derecho al retiro, a descansar, con la satisfacción de la labor cumplida. Cuando no existe la posibilidad de un ordenado relevo generacional en la familia, la venta de la empresa en Colombia a un tercero es una gran opción, viable, recomendada desde todo punto de vista, y que mejor futuro para proveedores, clientes y empleados que encontrar un inversionista altamente motivado, que compre la empresa y garantice su crecimiento y permanencia en el tiempo.
